viernes, 11 de julio de 2008

La desgracia de los profesionales de la salud que están más buenos que la Vauquita

Un consultorio médico es una situación en la que nuestra conducta poco seductora alcanza su punto más severo. Nos encontramos DISCAPACITADOS de todo tipo de encanto, DESPOJADOS de nuestro ya habitualmente escaso poder sexual. Nunca somos más feos que en un consultorio médico. Y tiene sentido si tenemos en cuenta que, coma, dos puntos

-Generalmente los turnos son a la mañana. O no, pero te toca a la mañana porque sos un dejado: te preocupás cuando te das cuenta de que estás medio pútrido, y claro, turnos por la tarde no hay hasta diciembre.

-Estás abatido por tu dolencia. Ajado de no dormir, feo. BAQUETEADO.

-El asco que te producen el olor de los consultorios y el interminable desfile de gente verde, sumado a tu ansiedad, hacen que luzcas pálido, d e m a c r a d o.

-La eminencia del profesional hace que te veas pequeño, insignificante, pueril. Patético.

-Es común que tus peripecias se deban a tus negligencias. En este caso las reprimendas del profesional te hacen sentir como un cerdo despreciable que se comió dos veces su peso y cagó explotando (explotó al cagar).



Dirás

¿Y? ¿Vamos al médico a buscar pareja?

No. Tenés razón, no.

¿Está escrito que debamos estar siempre radiantes cual publicidad de Lancôme?

No no,... no. Pero ¿qué pasa cuando el-barra-la profesional que te atiende se parte solo/a?

¿Es bonito, muchachos, que una doctora sacada de la Playboy te vea los pendejos del orto para ponerte un supositorio? ¿Es agradable, chicas y topus amigos, que esos doctores jóvenes, serios, de voces resonantes y miradas p e n e t r a n t e s te palpen las carnes mustias? ¿los senos afligidos cual racimos de uva? ¿o por qué no los testículos blandos, desproporcionados?.



Una pronunciación... misteriosa: los doctores que están buenos son un atentado contra la imaginación.



¿Se te ocurre por qué?



Porque uno puede imaginarse tranquilo que la mami que se te sentó al lado en el bondi, que el churro que te vino a traer la zzapi, PODRÍA darte pelota dado un contexto propicio. Pero no podemos conseguir, ¡no podemos llegar siquiera a permitirnos imaginar!, que una mina que te receta unas pastillas para el MAL ALIENTO, que un flaco que escucha que no se te para desde el 94, pueden pensar en nosotros en otros términos que en los de la compasión cristiana.



Todo esto se me ocurrió porque hoy tuvimos nuestra tercera cita con mi deslumbrante dentista. Él llegó vestido de blanco... de guardapolvo blanco de hecho (¿ven que no se puede?, es al pedo).



Mientras él ataca mis muelas con todo tipo de objetos contundentes y me pone la rodilla en el estómago para tironear de ellas yo lo miro con esta cara, que espero recuerdes de la sesión de fotos de la semana pasada:























¿Y luego qué? Tenés zarro, ¿te lavás los dientes?, no te tendrías que morder tanto por adentro, qué feo de mierda que sos.
Bueno, eso no me lo dice. Pero uno se siente así viste.
Un apretón de manos rutinario y el frío adiós. Y como no puedo permitirme imaginarme nada más allá de ese encuentro consultoril, me pongo los auriculares y sigo.

Cópense como con el post de las rarezas comentando sobre aquellas situaciones en las que se sienten poco sensuales.
Ayudas:
el gimnasio
un boliche
en mi presencia

10 comentarios:

Dardo dijo...

En un recital de los Backstreet Boys (¿?).

O cuando estás en una disquería y hay un chico muy lindo, pero muy muy muy muy lindo, y digo "a este me le acerco y le hablo de música", y cuando te le parás al lado ves que tiene en la mano el cd de Damas Gratis, el de Luis Miguel, el de Belinda y está buscando el último de Luis Fonsi.

Gérman dijo...

Clases de gimnasia al frente de una gran cantidad de alumnos del colegio.

Eso ya tendria que decir todo, pero por las dudas lo explico:

-Soy malisimo en los deportes. Mas en los que son en equipos (mentalmente me transtorno, creyendo que tengo que jugar bien para no fallarle al resto del equipo). Soy torpe y duro.

-Las clases de gimnasia tambien abarcaban los recreos. Asi que mientras nosotros jugabamos al futbol o al handbol, gran cantidad de gente nos miraban desde la terraza.

-Creo que sentirme poco sensual era poco. Era plenamente humillante la situacion. Yo ahi haciendo el papelon al frente de otros chicos y/o chicas.

-Siempre rogaba para que pasara algo como que se largara a llover a si se suspendia la clase o que a alguien le pegara un pelotaso en la cara y le sangrara la nariz, para perder tiempo.

Por suerte este año no tengo mas esas clases. Es un alivio.

Y yo nunca estuve en tu presencia, asi que no se cuan intimidante podes ser.

Anónimo dijo...

No debería comentar este post, porque sabés muy bien que lo que escribiste es un plagio a diestra y sinistra.
Pero de todos modos, hay que darte algo de crédito.
Una cosa es ir una vez cada muerte de obispo al dentista (tu caso), y otra muy diferente es trabajar cinco dias de la semana con uno al lado, y que además se parte en 250 millones de pedazos; tiene 30 pero parece de 26 y cuando sale del consultorio se va a a la costa a andar en la tabla porque además de médico, ¡es surfer!
Para que lo pienses.... y cuando digo para que lo pienses es una gentil invitación a dejar de robarme las ideas!!!!
Ya lo sabés, no te soporto.

Juan dijo...

A Nano: Yo plagiarte a vos?
No me hagas reír que se me parten los labios, cumbita.
Si me conocieras, sabrías que soy la persona menos espontánea del mundo: tengo planeados desde hace semanas los próximos 10 posts. Y eso, fue antes de conocer tu lamentable espacio. Escoria!

No te banco, mas te veo en un rato

gustaph dijo...

For me, there is no such thing as 'not feeling sensual.'

Escuchar Kylie con auriculares ayuda a pontenciar la sensación de never-ending sensuality. Try it!

Unknown dijo...

yo creo que despues de años de ir al colegio con sujetos que emanan menos sexo que chiche gelblung tranzando con el turco (Charles Saul), ni siquiera me esmeraba en lavarme la cara al levantarme.
ademas de eso tengo novio hace dos años, y una piensa: para que me voy a arreglar si despues de tanto tiempo da lo mismo NO?


cero amor propio.

(quien es ese nano ??)

P dijo...

Cuento breve:

El hombre entra al negocio porque quiere comprar una mesa. Es una mueblería, pero no antigua. Le ofrecen de varios tipos y modelos, pero el hombre no se decide y se va.

Anónimo dijo...

Escuchame basura disléxica ¿no ves que la Srta Abi hizo una pregunta? ¿porqué no respondés? ¿todavía estás tartamudo desde el sábado?
Insoportable...

Thiago. dijo...

No me siento sensual nunca, salvo cuando bailo, me olvido, tampoco lo soy, ojo, pero es divertido olvidarse de todo un poco.

En el gimnasio pongo cara de orto, es una especie de dictadura que instauraron los viejos que lo tomaron por asalto y yo perpetuo.

Tengo una, pero no la contaré por acá, recordame y te comento por msn.

Anónimo dijo...

Hey!

Qué buena que te guste Billie The Vision :)
Y "Another Sunny Day" es una de mis top favourites de Belle and Sebastian.

Para seguir la tónica de los comentarios, creo que nunca me siento sensual aunque hay veces que sí me siento menos sensual que otra (si es posible, porque ya sería un nivel bajo cero). Por ejemplo, estando en clases, con un montón de minas estupendas (MUY estupendas)y un sólo tipo por el que vale la pena llegar al colegio, que además tiene novia y no me da ni bola. El sentimiento más loser desde las 8 de la mañana en adelante.

Eso.
Saludos, que estés bien!

Paulina