miércoles, 25 de noviembre de 2009

Confesión I

Cuando camino solo, algo que ocurre casi todos los días, dejo correr mi imaginación. Es algo que hago. Recito mis escenas favoritas de las películas de Kate Winslet, imagino mi casamiento con Daniel Radcliffe (quedan por la presente invitados) o escribo mentalmente el guion de algún video que me tiene como estrella. Pero cada tanto, algo que veo en la calle dispara mi atención hacia lugares más inesperados.
Hoy, mientras caminaba por el centro, pasé por una casa fotográfica en la que un críptico cartel de "Se comprueban antecedentes" llamó poderosamente mi atención. Y ahí empecé.
-Hola, sí, qué tal... vengo a buscar mi registro de antecedentes.
-Bien... bueno, pasá por acá por favor. Sacate la capucha. Eso. Bueno, listo. Bueno, acá está la foto. Sí, sí, acá me sale un antecedente para esta cara. Robo simple, 1994.
-Ah, posta, me había olvidado de esa (con melancolía). Bueno, gracias, capo.

Durante todo el trayecto hasta la clínica estuve pensando en el registro de antecedentes e imaginándome distintas situaciones que comenzaban con: Hola, vengo a buscar mi registro de antecedentes. Así pisé una baldoza floja, atropellé a un perro y me olvidé de sacar unas fotocopias.
Ahora bien, no sé cómo pasó esto, no sé cómo pude tener semejante descuido, yo que soy la persona menos espontánea del mundo y ensayo todo lo que digo, aunque sea el saludo al kiosquero o pedirle un cuarto mi milonguitas a la panadera. Pero me pasó. Entré a la clínica, totalmente absorto en mis fantasías, y en vez de pedirle a la mina el resultado de mis análisis, le dije, con vocecita soñadora: Hola, vengo a buscar mi registro de antecedentes.
Y cuando terminé de decirlo, con el mayor terror, me di cuenta de lo que había hecho. Me llevé una mano hasta la boca y le dije: "Perdón...". "Un análisis de sangre vengo a buscar. Juan Pablo Nario." La mina me miró como si fuera una mancha sospechosa en su inodoro, y me tiró el sobre en el mostrador tras hurgar en un cajón por cinco segundos, sin dejar de mirarme.
Creo que nunca pasé tanta vergüenza.

1 comentario:

abi dijo...

JAJAJAJAJA mi vida, con la confesino 2 marina y yo nos acabamos de descostillar de la risa, te cito "yo que soy la persona menos espontanea del mundo" "atropelle a un perro" "mi casamiendo con daniel radcliffe" "recitando las pelis de kate" ...sos un genio y te amo y extraño
venime acá prontito, y si no nos veremos para las fiestas