Odio que me llamen señor.
En la parada del colectivo, en la cola del banco, en el amacén o en la calle, cada vez con mayor frecuencia la gente se refiere a mí como señor.
Señor, éste es el 23?
Tiene hora, señor?
Ay, lo pisé. Perdón, señor.
No entiendo. Hace un lustro todavía alguna vieja mamerta me preguntaba si era nene o nena. Ahora resulta que soy Señor. Estamos todos locos, o yo muy hecho mierda.
Recién volvía del video y dos pibes de aproximadamente mi edad me dicen: Disculpe, señor. ¿La calle San Juan...?.
"A dos cuadras", les respondí, echándoles una mirada asesina.
La próxima, me paro de manos como Zulma.
Hace 4 años
2 comentarios:
a mi siempre me dieron más edad de la que tenía .
ahora , que soy mayorcita y todo ,
me dan menos ,
!
si, la verdá que es cualquiera.
se nota que Zulma entiende lo indignante de la cuestión...
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